¿Te gustan las películas de superhéroes? A mi resulta interesante ver como los superhéroes trabajan para poder derrotar a su enemigo. Una de mis películas favoritas, es la película “La Liga de la Justicia” versión de Zack Snyder (conste también miro películas de Marvel). En esta cinta podemos observar cómo Flash, Cyborg, Aquaman, Batman, Superman y la Mujer Maravilla trabajan en conjunto para derrotar al enemigo que tienen en común. En especial me gustó el hecho de que, sin la ayuda de uno, el otro no hubiera podido proceder a conseguir la meta, pues todosjugaron un papel crucial para poder derrotar al enemigo. Es decir, todos como equipo, trabajando en conjunto, unánimes y unidos pudieron salvar al planeta Tierra pues no había batallas de ego ni de quien manda a quien, sino que se unieron con una meta en conjunto para poder lograr su objetivo. También, así como en este filme en el cuerpo de Cristo podemos observar como los diversos dones y talentos de unos pueden ayudar a otros a lograr sus objetivos en Cristo Jesús. Podemos ver casos, incluso de hombre y mujeres de Dios, que al trabajar en conjunto con su equipo pudieron lograr permanecer firmes ante las batallas a las cuales tenían que enfrentar. Analicemos algunos casos, de trabajo en equipo que lograron ganar las batallas con la ayuda del cuerpo de Cristo.
Caso no. 1: Moisés
Éxodo 17:11-13 Reina-Valera 1960
11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. 12 Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. 13 Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada.
No se tú, pero si yo me imagino una batalla a filo de espada, lo que comienzo a imaginarme son los ataques, el cansancio, la destreza, la fuerza, la flexibilidad, la resistencia y estrategia que debía utilizarse para ganar esta batalla. En este pasaje de Éxodo, podemos leer en el versículo 17:13, que Josué derrotó al pueblo de Amalec a filo de espada, pero antes de eso, los líderes que estaban intercediendo por Josué se dieron cuenta que solo ganaban si Moisés tenía las manos alzadas. Es decir, las manos alzadas, usualmente indican que estamos rendidos a Dios, que lo buscamos en oración, que lo estamos alabando, u adorando. Pero si las manos de Moisés estaban abajo, tenía mayor fuerza Amalec. Esto es, el enemigo, iba ganando la batalla. Una de las cosas que me llama la atención de estos versos, es que Aaron y Hur no se pusieron a pensar “Ah bueno, dejemos a Moisés descansar y levantemos las manos nosotros.” Sino que, al notar, que la victoria de Josué estaba ligado al levantamiento de manos de Moisés, y que Josué estaba representando a su pueblo, Israel, ellos tomaron la estrategia de ayudarle a Moisés a levantar sus manos. Es decir, pensaron, tenemos una meta en común y como meta en común, todos tenemos que aportar nuestro apoyo de la manera indicada. Si vemos el versículo 12, podemos analizar que a quien le pusieron la piedra fue a Moisés, obviamente, Moisés estaba cansado, pero no se hace mención que Aaron ni Hur estuvieran sentados, es más, si nos ponemos a pensar que si sostenemos un vaso de agua por X cantidad de tiempo, después de cierto tiempo nosotros nos cansamos, así que podríamos asumir que Aaron, siendo aún mayor que Moisés, se cansó al igual que Hur se pudo haber cansado también, pero ellos permanecieron firmes en su postura, y así entre todos pudieron ganar la batalla contra Amalec. El aporte de ayuda de Aaron y Hur fue vital para que Josué ganara la batalla. Puede ser que muchas veces nos cansemos de ciertas cosas, pero como familia en Cristo, nunca hemos estado solos. Como parte del cuerpo de Cristo, tenemos una meta en común, solo debemos asegurarnos de analizar cual es el plan de estrategia para poder obtener esa victoria en común.
Caso 2. Pablo
Romanos 16:1-4 Reina-Valera 1960
1Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; 2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo. 3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, 4 que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles.
Nuestro querido apóstol Pablo, hizo muchas proezas en Cristo, sin embargo, algo que quizá podemos pasar por alto, son quienes acompañaron a Pablo, en la carta a los Romanos, el capítulo 16 Pablo saludo a unas 31 personas, aparte de las familias e iglesias, entre estas un mínimo de 9 mujeres[i]. Además, aparte de Pablo también mandan saludos adicionales otras 8 personas[ii]. En esta ocasión podemos ver en los saludos de Pablo, como él desea regresar el favor y pide que ayuden a estas personas y que los saluden. En el versículo 16:2 miramos como Pablo intercede a favor de Febe, ya que Febe le había ayudado a él. Adicionalmente, hace énfasis en que Priscila y Aquila trabajaron con él y aparte de eso hubo momentos en que, por ayudar a Pablo, ellos arriesgaron su vida por él. Es decir, que habrá momentos, en los que, por ayudar a otros, es muy probable que nos miremos en situaciones de riesgo, pero cuando Dios tiene una misión, Jehová se asegura que nunca estemos solos y que su gracia y favor se vea reflejado a través de la ayuda de alguien más.
Caso no. 3: Ester
Ester 4:16-17
Reina Valera Contemporánea
16 «Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunen por mí noche y día; no coman ni beban nada durante tres días, que mis doncellas y yo ayunaremos también. Después de eso me presentaré ante el rey, aun cuando eso vaya contra la ley. Y si tengo que morir, ¡pues moriré!» 17 Entonces Mardoqueo fue e hizo todo lo que Ester le mandó hacer.
Algo que tienen en común, los superhéroes de las películas con nuestros personajes bíblicos es que muchas veces tienen que tomar decisiones muy arriesgadas, pero para ellos, siempre vale la pena el riesgo, la lucha, y la decisión que han tomado. En el libro de Ester 4:16-17 podemos ver que esta vez, la Reina Ester pidió el favor y la ayuda de otros para ella poder tener respaldo de Dios, apoyo y refuerzo adicional a lo que ella necesitaba hacer para poder ayudar al pueblo judío. Es más, no solo les pide ayuda, sino que también les informa que es lo que iba a hacer. A veces podemos cometer el error de no querer pedir ayuda, otras veces pedimos ayuda, pero queremos dejar a las personas sin información (y no saben para que pedimos ayuda) y otras veces simplemente no nos atrevemos a arriesgarnos. Por lo tanto, en estos versículos, Ester en respuesta a lo que Mardoqueo le pidió[iii] decide tomar una decisión que podría implicar su muerte, pero también hace peso a lo que pasaría si ella no toma esa decisión (el pueblo judío podía ser exterminado por completo). En ocasiones, puede ser las decisiones que tengamos que tomar, sean extremadamente importantes para ayudar a otros, pero esto puede ser que nos ponga en riesgo o nos saque de nuestra zona de confort, sin embargo, Ester optó por tomar un riesgo calculado por su familia, por su pueblo, y pidió la intercesión ante Dios, para que la gracia y el favor de Dios estuviese con ella cuando se presentase ante el Rey. ¿Será que tenemos ocasiones donde debamos tomar riesgos calculados para ayudar a otros? ¿Qué es lo que nos está pidiendo Dios hoy?
Así como los superhéroes trabajan en equipo, unánimes y unidos para derrotar a sus enemigos, nosotros como cuerpo de Cristo, debemos saber que somos uno en El, pero que sin su ayuda nada podríamos hacer. Nuestro Señor, nos ha seleccionado como real sacerdocio para poder ser la sal y la luz del mundo y esto muchas veces quiere decir tenemos que luchar por la verdad, interceder por otros, y asegurarnos de trabajar con nuestra familia en Cristo para poder lograr cumplir con la voluntad de nuestro Creador. Pidámosle a nuestro Rey, que nos guie en nuestro camino y que sepamos reconocer que es lo que Él desea hagamos y con quienes debemos trabajar para lograrlo, para que así contemos con el respaldo de Dios y podamos realizar su voluntad.
Si esto te bendijo y te edificó te invito a que compartas esta publicación. Y si aún no has aceptado a Jesús en tu corazón o deseas reconciliarte con Él hoy, te motivo a que lo hagas, y leas la siguiente oración en voz alta:
“Señor Jesús, te pido perdón por mis pecados, pues sé que mis pecados me separan de ti. Yo te reconozco, como mi único, suficiente y verdadero Salvador. Yo rompo, todo pacto, con el mundo, con la carne y con el enemigo. Te doy gracias, por el sacrificio en la cruz, sé que por tu Sangre yo soy limpio/a de todo pecado y hoy tengo un nuevo comienzo. Te pido que, a partir de hoy, tu palabra sea la lámpara a mis pies y que tu Espíritu Santo guíe mis decisiones en todo lo que haga. Amén.”
Y si hiciste esta oración hoy, escríbeme al correo kltapiahernandez@gmail.com, me encantaría saber de ti. Somos una familia en Cristo, estamos aquí para apoyarnos los unos a los otros. ¡Dios te guíe y te guarde!
[i] Febe, Priscila, Aquila, Epeneto, María, Andrónico, Junias, Amplias, Urbano, Estaquis, Apeles, Casa de Aristóbulo, Herodión, Casa de Narciso, Trifena, Trifosa, Pérsia, Rufo, Madre de Rufo, Asincrito, Flegonte, Hermas, Patrobas, Hermes, Hermanos que están con Hermes, Filólogo, Julia, Nereo, Hermana de Nereo, Olimpas, Santos que están con Olimpas.
[ii] Timoteo, Lucio, Jasón, Sosípater, Tercio, Gayo, Erasto, Cuarto
[iii] Véase Ester: 4:1-15
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