top of page

En Construcción: Desvío…

El otro día, estaba pensando en la palabra desvío, se me vino a la mente repetidas veces. Desvío pregunté, sentí de parte de Dios “Si, así es.” Y me puse a contemplar esa palabra. ¿Y que se nos cruza por la mente cuando pensamos en la palabra desvío? Usualmente podemos pensar en un rediseño, un periodo de transición, redirigir, que debemos tener cautela en esa área, demoras aparentes, señalización de advertencia, en construcción, existen personas trabajando en ese lugar, habrán mejoras, es un esfuerzo en equipo (ya que usualmente trabaja más de una persona), reparación, alguien está dirigiendo la obra, vienen cosas nuevas, es algo que es momentáneo, hay una actualización. Y es así también como nos pasa con nuestra vida, quizá podemos ir manejando o caminando o usando cualquier otro medio de transporte y nos encontramos con un desvío y creemos que vamos tarde a un lugar, pero realmente es un punto de transición, que cuando esté terminado, veremos la obra final.

Comencemos, tomando el caso de Jacob, uno de los patriarcas de Israel y meditemos en el siguiente versículo:

 

Génesis 31:41 Reina Valera Contemporánea (RVC)

41 Esta clase de vida he tenido en tu casa durante veinte años. Catorce te serví por tus dos hijas, y seis por tu ganado, y varias veces me has cambiado la paga.

 

Aquí podemos ver algo, como lo que muchas personas, clasificarían como demora… Tomando como trasfondo la historia de Jacob, podemos recordar que su madre, Rebecca, le había dicho a Jacob que fuera a su parentela a buscar una esposa, donde vivía su hermano Labán. En este caso, Jacob pensó que él estaría sirviendo a Labán por 7 años a cambio de su hija menor, Raquel, sin embargo, Labán lo engaño y le dio a su hija mayor Lea, a cambio del primer término de servicio. Esto se podría ver como un desvío hacia la ruta final, pero lo que Jacob en ese entonces no observaba era que Dios lo estaba preparando para una salida con mayor bendición de lo que él tenía en mente. En el versículo 41, podemos vislumbrar que Jacob pasó 20 años sirviéndole a Labán, su suegro, y que él, fue injusto en el trato que tenía hacía Jacob, no obstante, Dios siempre guardó a Jacob.

 

Génesis 31:42 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

42 Si el Dios de mi padre —el Dios de Abrahán, el Terror de Isaac— no hubiera estado conmigo, es bien seguro que me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y anoche salió en mi defensa.

 

En este versículo podemos observar que aun cuando Jacob estaba trabajando, para otros, El-Roi siempre estuvo observando el trabajo que Jacob hacía. Es decir, que, a pesar, que él pensaba llegar a un destino en un tiempo definido, y tuvo alguien que intentaba hacerle sabotaje, el Señor, el Dios de Abrahán e Isaac, lo resguardaba desde su posición de Dios absoluto. Dios en su soberanía, se le apareció al enemigo de Jacob, para protegerlo, e incluso advertir al opresor, que no le podía hacer daño a Jacob. ¿Te imaginas lo que Dios hace a nuestros enemigos y muchas veces ni cuenta nos damos que pasa tras bastidores? Además, debemos tomar en cuenta, que Jacob, ya no estaba solo, sino que tenía a su familia con él, Lea, Raquel y sus hijos. Y ahora, en conjunto con su equipo, lo supieran o no, estaban trabajando en su carácter, en el carácter individual de cada uno de ellos, no solo el de Jacob, sino de todos los que estaban allí.


Reflexionemos en los siguientes versículos:

 

Génesis 31:13-16 Nueva Versión Internacional (NVI)


13 Yo soy el Dios de Betel, donde ungiste una estela y me hiciste una promesa. Vete ahora de esta tierra, y vuelve a la tierra de tu origen”».

14 Raquel y Lea le respondieron:

—Ya no tenemos ninguna parte ni herencia en la casa de nuestro padre. 15 Al contrario, nos ha tratado como si fuéramos extranjeras. Nos ha vendido, y se ha gastado todo lo que recibió por nosotras. 16 Lo cierto es que toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos. Por eso, haz ahora todo lo que Dios te ha ordenado.

 

Primero, debemos reconocer que Dios le habló directamente a Jacob, le hizo memoria de la promesa que le hizo Jacob a Dios[i]. Es decir, que Dios mismo nos ayuda a cumplir las promesas que le hemos hecho a Él. Pero también, en ese proceso de transición entre la promesa que el hombre le hizo, hacia el cumplimiento y realización de esa promesa, lo que eran aparentes desvíos de su propósito, eran una manera que Dios usó para llegar a cumplir esa promesa y realizar el plan de Jacob.


Segundo, Lea y Raquel, ahora como equipo, tomaban una decisión junto con Jacob, como familia, el carácter de toda la familia fue transformado para que Dios los usara como soporte y apoyo, a lo que Dios le había dicho a Jacob. Es decir, en conjunto vieron, vivieron y percibieron las injusticias hechas en contra de su familia y por lo tanto, decidieron actuar para ya no recibirlas más. Por si fuera poco, El Gran Yo Soy, les hizo ver a ellas también, que debían actuar para apoyar a su esposo, Jacob. Por ende, Jacob tomando en cuenta a su propia familia, tal y como diría luego Josué (Mi casa y yo serviremos a Jehová)[ii].

Tercero, la familia reconoce, que Dios hace restitución de todo lo que se pudo haber perdido o lo que se pudo en algún momento considerado, robado, pues vieron el mover y el actuar de Dios en todas las decisiones que otro (en este caso Labán) tomaba tratando de perjudicar a Jacob, Lea y Raquel.


Cuarto, podemos percibir que para esta decisión tan importante como familia: ¡el equipo familiar estaba unido! Esto es, que para cualquier decisión que Dios encomienda y hay más de una persona involucrada, la unidad es lo que lleva al cumplimiento de esa promesa. Si no hubiera existido unidad, entre la familia de Jacob, es muy probable que la historia que leyésemos en la Biblia hoy fuese muy diferente, indicando quizá que Jacob estaría sin familia y sin propiedades. Pero cuando se obedece a Dios a como Él lo indica, todo viene a cumplirse conforme a su palabra.


Por lo tanto, estimados lectores, consideremos, que si realmente sentimos que estamos demorados, o estamos en algún tipo de desvío en lo que nosotros creíamos iba a ser nuestro destino, debemos rendirnos ante nuestro Señor, Él que dirige la obra, y recordar, que aun cuando no miramos lo que está pasando, con el corazón rendido a Él, siguiendo y obedeciendo su palabra, podremos encontrar nuestro propósito. Y no solo eso, Dios mismo nos recuerda que si le hemos hecho promesas a Él, nos ayudará a cumplirlas para que le podamos servir conforme su voluntad. No desestimemos los tiempos de transición, ni los tiempos que parece redirigirnos hacia otro lugar, sino, que aferrados en nuestra fe y en nuestras convicciones en Dios, pongamos nuestra mirada en Él, para que miremos como Jehová-Rohi nos cuida, nos pastorea y sale a nuestra defensa.


Si esto te bendijo y te edificó te invito a que compartas esta publicación. Y si aún no has aceptado a Jesús en tu corazón o deseas reconciliarte con Él hoy, te motivo a que lo hagas, y leas la siguiente oración en voz alta:


Señor Jesús, te pido perdón por mis pecados, pues sé mis pecados me separan de ti. Yo te reconozco, como mi único, suficiente y verdadero Salvador. Yo rompo, todo pacto, con el mundo, con la carne y con el enemigo. Te doy gracias, por el sacrificio en la cruz, sé que por tu Sangre yo soy limpio/a de todo pecado y hoy tengo un nuevo comienzo. Te pido que, a partir de hoy, tu palabra sea la lámpara a mis pies y que tu Espíritu Santo guíe mis decisiones en todo lo que haga. Amén.”


Y si hiciste esta oración hoy, escríbeme al correo kltapiahernandez@gmail.com, me encantaría saber de ti. Somos una familia en Cristo, estamos aquí para apoyarnos los unos a los otros. ¡Dios te guíe y te guarde!

 

[i] Génesis 28:22 (TLA): Esta piedra que he levantado como una columna marcará el lugar a donde todos vendrán a adorar a Dios, y de todo lo que Dios me dé, le daré la décima parte». [ii] Josué 24:15 (TLA): Pero mi familia y yo hemos decidido dedicar nuestra vida a nuestro Dios.

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page