No se si has escuchado el término, “Fuego de Cobertura,” pero yo lo escuché recientemente en una película. Me llamó la atención que, para proteger a un soldado, o a un soldado herido, los compañeros de este, trataban de apuntar hacia el enemigo para que el otro soldado pudiese ser rescatado o que pudiera huir. Y es aquí que me llama la atención como podemos aplicarlo a nuestro caminar cristiano. A veces tenemos hermanos en Cristo, amigos, familiares, que parecen que tienen varias pruebas, situaciones, problemas, o acontecimientos, que si no están firmes en Dios es probable que se desanimen o se depriman. Durante estas ocasiones, puede ser que algunos sintamos la necesidad de orar por esa persona o brindarle una mano que le apoye, le ayude o les consuele en situaciones que pueden llegar a ser más demandantes que en otras circunstancias.
En otros casos puede ser que seamos nosotros los que estemos pasando por eso y alguien más extiende su mano para ayudarnos. Es por esto, que es muy importante, que cuando algo suceda en nuestra vida podamos acudir a nuestro Padre Celestial y saber que con El nada nos falta, pero El también nos indica con quién podemos contar. Esto nos lleva a reflexionar, que nosotros como hijos de Dios debemos reflejar a Cristo y ayudar a otros, cuando estos requieran de nuestra ayuda y en consecuencia, cuando sea necesario, Dios mandará su “fuego de cobertura” cuando nosotros necesitemos de otros. En el tema de hoy meditaremos en situaciones en que personajes bíblicos, han sido de apoyo hacia otros (y cuando no) y a través de esta cobertura de oración y apoyo nuestros personajes han podido pasar a la siguiente etapa de su vida.
Caso 1. Eliseo y Guiezi
2 Reyes 6:15-17 Nueva Versión Internacional 15 Por la mañana, cuando el criado del hombre de Dios se levantó para salir, vio que un ejército con caballos y carros de combate rodeaba la ciudad. —¡Ay, mi señor! —exclamó el criado—. ¿Qué vamos a hacer? 16 —No tengas miedo —respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que ellos. 17 Entonces Eliseo oró: «Señor, ábrele a Guiezi los ojos para que vea». El Señor así lo hizo, y el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
En este pasaje, podemos ver como el siervo de Eliseo, Guiezi, se sentía atribulado, preocupado, rodeado, y quizá, hasta impotente de lo que el creía era una situación imposible de salir. Estas son las ocasiones en las que creemos que lo que nos acontece no tiene solución, sentimos que es muy pesado para nosotros, puede ser que aun ciertas cosas sean difíciles de llevar, pero viene alguien que en oración, pide que Dios nos haga ver las cosas a como Dios las ve. Así como Eliseo le pidió a Jehová que le abriera los ojos a su criado, Eliseo, bajo la cobertura de oración hacia su siervo, logró que la persona por la cual intercedía pudiera sentir la seguridad en El Señor de los Ejércitos, porque El Señor estaba con Él. Cuando Eliseo le dice a Guiezi que no tenga miedo, es porque aun el siervo dudaba, y así nos pasa a nosotros, que a veces no estamos seguros, viene alguien que con la certeza de El Gran Yo Soy nos reafirma que es lo que Dios está haciendo a nuestro favor y como Él tiene la respuesta a lo que podemos creer es imposible de resolver.
Caso 2. David y Jonatán
1 Samuel 20:12-13 Reina-Valera 1960 12 Entonces dijo Jonatán a David: ¡Jehová Dios de Israel, sea testigo! Cuando le haya preguntado a mi padre mañana a esta hora, o el día tercero, si resultare bien para con David, entonces enviaré a ti para hacértelo saber. 13 Pero si mi padre intentare hacerte mal, Jehová haga así a Jonatán, y aun le añada, si no te lo hiciere saber y te enviare para que te vayas en paz. Y esté Jehová contigo, como estuvo con mi padre.
Tomando en cuenta que cobertura significa la acción de cubrir o proteger algo[i], podemos reflexionar que la amistad entre David y Jonatán hacia que los dos trataran de protegerse mutuamente, no obstante, en los versículos anteriores, podemos ver como la prevención de riesgos de Jonatán y David hizo que ellos dos crearan un plan de cobertura ante cualquier potencial ataque del Rey Saúl hacia David. Es importante observar que acá Jonatán el amigo de David, tomó la decisión de protegerlo. Cuando se pone a Jehová de testigo, es porque se espera que hay una palabra de verdad, de lealtad, y de autenticidad en lo que se dice, puesto estos varones israelitas, tenían como mandato no usar el nombre de Dios en vano. Adicionalmente, se puede observar que la cobertura, o protección, que hipotéticamente le podría brindar Jonatán a David, podría incluso llegar a ponerlo en peligro a él, puesto que él iría en contra de su padre, el Rey Saúl, no obstante, Jonatán sabía que Jehová ya había tomado una decisión en cuanto al futuro de su padre y el de David. Es importante notar, que en el versículo 13, está la frase, “y esté Jehová contigo, como estuvo con mi padre,” es decir que Jonatán ya había notado que Jehová ya no estaba con su padre. Habrá ocasiones donde tendremos que ayudar a otros y orar por ellos para que a ellos les vaya bien, porque puede que, por una injusticia, estos sean atacados. Es acá nuestro deber de poder llevarlos en oración y protegerlos conforme lo que Dios nos permita.
Caso 3. Jesús y sus discípulos
Mateo 26:38-40 Reina Valera Contemporánea 38 Entonces les dijo: «Quédense aquí, y velen conmigo, porque siento en el alma una tristeza de muerte.» 39 Unos pasos más adelante, se inclinó sobre su rostro y comenzó a orar. Y decía: «Padre mío, si es posible, haz que pase de mí esta copa. Pero que no sea como yo lo quiero, sino como lo quieres tú.» 40 Luego volvió con sus discípulos, y como los encontró durmiendo, le dijo a Pedro: «¿Así que no han podido mantenerse despiertos conmigo ni una hora?
Jesús, en el momento que sentía una profunda tristeza, acudió a sus amigos, los discípulos, para que estos le brindaran oración de apoyo y cobertura. Mientras Él pasaba una gran tribulación y angustia, justo antes de ser entregado por Judas Iscariote, Jesús le pidió a sus amigos de confianza, a quienes trabajaban con Él día a día, que oraran por Él. Irónicamente, a quienes les pidió ayuda de cobertura de oración, en su tiempo más difícil, se quedaron dormidos. Vale aclarar, que si leemos este pasaje podemos ver que Dios Padre, mandó a un ángel que le fortaleciera a Jesús mientras Él oraba[ii]. En esta ocasión, podemos ver la proactividad de Jesús en pedir apoyo a sus discípulos, a sus amigos, a sus compañeros de día a día, pero estos fallaron. Por lo tanto, debemos estar atentos a que es lo que sentimos en nuestro corazón y sobre que debemos orar.
Estimados amigos lectores, el día de hoy, es muy importante, puesto Dios nos esta encaminando a reflexionar al respecto de nuestros temas de oración y como nosotros podemos ayudarnos a nosotros mismos e inclusive a otros. Hoy podemos meditar en como la cobertura de oración puede ayudar a otros a abrir sus ojos para ver la lealtad del Señor, puede ayudarnos a encontrar la protección de Dios cuando creemos estamos solos, e incluso también nos lleva a meditar, en que cosas hemos fallado. ¿Podrá ser que nosotros nos sintamos atribulados y que precisemos abrir los ojos de quien nos acompaña? ¿O será que debamos pedir que Dios le haga ver a otra persona, quien lo o la defiende? ¿En que aspecto nos está pidiendo Dios oremos? ¿Ha puesto Dios un sentir en tu corazón para orar por alguien más? ¿Habrá alguna ocasión donde deberemos pedir en oración protección por alguien para que Dios le ayude a esa persona? ¿Será que nos han pedido ayuda en oración y hemos fallado? ¿Debemos de reiniciar nuestra oración hacia alguien mas para pedir la protección de Dios para el/ella? Meditemos en que es lo que Dios nos pide hoy hacer y así podamos orar, conforme la voluntad del Señor.
Si esto te bendijo y te edificó te invito a que compartas esta publicación. Y si aún no has aceptado a Jesús en tu corazón o deseas reconciliarte con Él hoy, te motivo a que lo hagas, y leas la siguiente oración en voz alta:
“Señor Jesús, te pido perdón por mis pecados, pues sé que mis pecados me separan de ti. Yo te reconozco, como mi único, suficiente y verdadero Salvador. Yo rompo, todo pacto, con el mundo, con la carne y con el enemigo. Te doy gracias, por el sacrificio en la cruz, sé que por tu Sangre yo soy limpio/a de todo pecado y hoy tengo un nuevo comienzo. Te pido que, a partir de hoy, tu palabra sea la lámpara a mis pies y que tu Espíritu Santo guíe mis decisiones en todo lo que haga. Amén.”
Y si hiciste esta oración hoy, usa el formulario de contacto, me encantaría saber de ti. Somos una familia en Cristo, estamos aquí para apoyarnos los unos a los otros. ¡Dios te guíe y te guarde!
Nota: Citas bíblicas tomadas de www.biblegateway.com
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