Por Karen Lucía Tapia Hernández
Me estaba haciendo eco en mi mente, la frase “Levántate y anda!!” y la verdad es que si meditamos en esta frase, podemos tener muchas cosas con las cuales las podamos relacionar. Por ejemplo, recuerdo una vez que mi primo me había llevado de paseo y quise montar una yegua que tenían en el rancho. Aclaro, no he practicado equitación, por lo tanto, no es algo que puede hacer fácilmente, y se me ocurrió que quería intentarlo. El varón en el rancho intentó enseñarme lo básico, me subí y después de un tiempo, no recuerdo exactamente que hice, pero la yegua se paró en 2 patas y caí de espaldas. No es necesario decir, que me dolió, jajaja, si fue un buen golpe, pero dije, okay, bueno, ya te botó, ahora te toca subirte otra vez. Y me subí a la yegua y lo intenté nuevamente. Y así nos toca algunas veces a nosotros, que puede que las cosas, no salgan necesariamente como deseábamos, sin embargo, no quiere decir que debamos darnos por vencidos. Meditemos hoy en algunos versículos bíblicos que ejemplifican las situaciones que podemos experimentar.
Caso 1: La niña dormida
Marcos 5:39-42
Reina-Valera 1960
39 Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. 40 Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña. 41 Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. 42 Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente.
En el evangelio de Marcos, podemos ver un pasaje que me llama bastante la atención, la referencia es hacia la hija de Jairo. Muchos creían que la niña estaba muerta pero Jesús en su infinita misericordia mostró el poder de la palabra para resucitar lo muerto. Si reflexionamos en estos versículos podemos hacer una comparación a lo que sucede con nosotros. Muchas veces creemos que las metas, sueños, anhelos u objetivos que tenemos, no podrán realizarse, ya sea porque hemos experimentado situaciones adversas, decepciones, obstáculos, o cualquier otro contratiempo, sin embargo, aquí podemos ver como la palabra de Dios es la que da vida a lo que ha estado muerto. Si alguna vez recibiste una promesa, o tienes un don y un talento que ha estado oculto y sabes que con éste puedes llevar a cabo una acción, Dios nos recuerda que nuestros sueños no están muertos, y que es el tiempo de resucitar aquello que parecía perdido. Y si es necesario, tal como hizo Jesús, en el versículo 40 de Marcos 5, callar las voces de aquellos que dicen y piensan que las cosas están perdidas. Pues es el tiempo de aferrarnos a la Palabra de Dios y mostrar resucitar aquello que estaba muerto.
Caso 2: El paralítico
Mateo 9:5-8
Reina-Valera 1960
5 Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? 6 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. 7 Entonces él se levantó y se fue a su casa. 8 Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.
¿Te perdonó? Muchas veces puede ser caigamos en la trampa que nos sintamos mal por cosas que hemos hecho en el pasado, y si puede ser no hayan sido las mejores cosas que pudimos haber hecho, sin embargo, si Jesús ya nos perdonó, nos toca levantarnos y seguir adelante. ¿Qué quiero decir con esto? Habrán personas que querrán acusarte de cosas que pudiste haber hecho en un pasado, quizá pasó, quizá no pasó, pero si analizamos lo que dice el evangelio de Mateo 9:5, Jesús está dando una enseñanza a aquellos que son buenos a señalar a los otros. En el momento que Jesús dice ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Lo que nos está indicando es que él tiene la potestad de perdonarnos a pesar de nuestros errores y nosotros podemos ir hacia adelante con el futuro que Dios tiene preparado para nosotros. Dios nos perdona, nosotros nos levantamos, nosotros andamos y seguimos los pasos de Dios. Ya no nos toca ver atrás a las cosas del pasado, ni sentirnos culpables por cosas que Dios ya no tiene en su mente, sino que ahora, lo que podemos hacer es glorificar a Dios y cumplir nuestro propósito en El.
Caso 3: El Nuevo Amanecer
Isaías 60:1-3
Reina-Valera 1960
La futura gloria de Sion
60 Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. 2 Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. 3 Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.
Si estas leyendo este blog, quiere decir que has tenido la dicha de poder abrir tus ojos y disfrutar de la misericordia de Dios en este nuevo día. Como dice su palabra, sus misericordias son nuevas cada mañana. En Isaías 60:1-3 podemos ver la orden de Dios para un nuevo amanecer. Al pertenecer a la familia de Dios, aquí podemos ver, que Dios esta dando una oportunidad nueva para nosotros. La luz solo se ve donde hay oscuridad, y el profeta nos indica que lo que estaba oscuro, lo que estaba en tinieblas, verá una transformación para que haya claridad donde hubo confusión, para que haya dirección donde había penumbra. Nos dice que aun cuando otros estén en tinieblas y oscuridad, Jehová tendrá un trato diferente con nosotros, y no solo mostrará un nuevo comienzo, sino que miraremos la gloria de Dios sobre nosotros. Y no solo eso, sino que nosotros seremos luz para otros y podremos guiar a otros en posiciones de autoridad hacia el camino del Señor.
Estimados, hoy nuestro Señor nos dice, que nos levantemos y andemos. Que a pesar de aquello que ha estado oscuro, difícil, complicado u obstaculizado, ya es tiempo, de ver el nuevo amanecer de Dios en nuestras vidas y alrededor nuestro. Ahora lo que debemos recordar en nuestra mente y escribir en nuestra corazón es que ninguna de las promesas de Dios quedarán sin cumplir en nuestras vidas, puesto como dice nuestro Creador:
Isaías 55:11
Reina-Valera 1960
11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
Si esto te bendijo y te edificó te invito a que compartas esta publicación. Y si aún no has aceptado a Jesús en tu corazón o deseas reconciliarte con Él hoy, te motivo a que lo hagas, y leas la siguiente oración en voz alta:
“Señor Jesús, te pido perdón por mis pecados, pues sé que mis pecados me separan de ti. Yo te reconozco, como mi único, suficiente y verdadero Salvador. Yo rompo, todo pacto, con el mundo, con la carne y con el enemigo. Te doy gracias, por el sacrificio en la cruz, sé que por tu Sangre yo soy limpio/a de todo pecado y hoy tengo un nuevo comienzo. Te pido que, a partir de hoy, tu palabra sea la lámpara a mis pies y que tu Espíritu Santo guíe mis decisiones en todo lo que haga. Amén.”
Y si hiciste esta oración hoy, usa el formulario de contacto, me encantaría saber de ti. Somos una familia en Cristo, estamos aquí para apoyarnos los unos a los otros. ¡Dios te guíe y te guarde!
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