Es interesante ver cuando muchas veces estamos en nuestro día a día y se nos olvida pausar y tomar un respiro. Quizá no estamos conscientes que nos podemos perder en nuestros propios pensamientos y olvidarnos de tomar un respiro y voltear a los cielos y mirarlo a El. O puede ser el caso, que nos ensimismamos en lo que estamos haciendo y en lo que pasa a nuestro alrededor que como dijo el Pastor TD Jakes, "podemos creer que es más alto el ruido de afuera que nuestros propios pensamientos". Pero es aquí cuando nos acordamos, que lo primero que nos pide Dios, es que antes que todo lo amemos a Él. Es decir, a pesar del ruido, de las circunstancias, del dolor o la incertidumbre, del trabajo o la escuela, de la familia o los amigos, antes que todo, nos enfoquemos en Él. Puesto que en el momento que alejamos nuestra mirada de Cristo, ese es el momento, que perdemos. Es el momento que nos olvidamos de quienes somos y de que es lo que queremos o debemos hacer. Es el momento en que dejamos de conocerlo y nos ponemos a conocernos a nosotros mismos. Por eso, el día de hoy, quisiera hiciéramos un análisis de como lo conocemos a Él. Comencemos:
Caso 1. La mujer junto al pozo
Juan 4:23-26
Reina-Valera 1960
23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. 25 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando El venga nos declarará todas las cosas. 26 Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
En estos versículos podemos ver que Jesús se le revela a la mujer junto al pozo con varias características. Si leemos la conversación completa reportada en el evangelio de Juan podemos discernir que en un momento ella parecía estar con la incógnita de quien era Dios. Y Dios se le revela de la manera que ella lo necesita saber en ese momento. Es así, que en el momento que Dios habla con ella primero habla de los verdaderos adoradores, esto es, en esta situación, Jesús primero le revela su propósito a cumplir - ella fue llamada a adorar. Y luego le dice que el Padre es quien busca que le adoren. Es decir, le aclara que primero debe reconocer que Dios es un Padre primero. Luego afirma, que Dios es Espíritu. En otras palabras, lo identifica como Espíritu para aclarar que Dios se manifiesta de maneras intangibles e indescriptibles y busca que los adoradores se conecten con Él con su propio espíritu, es decir, que no sea algo superficial sino una conexión profunda para poder verdaderamente conocerle. Adicionalmente, basándose en lo que la mujer ya sabía, le habla del Mesías. O sea el Ungido y como dice en Zacarías 9:9, el justo, salvador y humilde - protector. Adicionalmente, podemos ver que Jesús no solo afirma, quien es Él, sino que usa la frase “Yo soy,” la misma frase que Dios usa para revelarse a Moisés “14Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. (Éxodo 3:14 RVR 1960). Es decir, es la parte en la cual también hace alusión al Salvador eterno. Al usar “Yo Soy” indica su existencia en el plano eterno, no hay antes ni después, sin Él. En el instante que Jesús le revela estas características de su naturaleza, le reveló a la mujer lo que ella necesitaba en ese momento, para que ella pudiese cumplir su propósito, que desde un principio estaba establecido en su espíritu, conforme lo que el Padre ya había determinado. Jesús se le reveló de tal manera a la mujer del pozo, que no había manera alguna, que ella dudase de su existencia y de su poder.
Caso 2. Agar
Génesis 16:11-14
Reina-Valera 1960
11 Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael,[a] porque Jehová ha oído tu aflicción. 12 Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará. 13 Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? 14 Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente-que-me-ve. He aquí está entre Cades y Bered.
Agar, conocida como la madre de Ismael, sufrió. Aunque es cierto que Abraham y Sarah se precipitaron en la decisión de involucrar a Agar para tener un hijo, acá podemos ver la vulnerabilidad de una mujer, que no sabía que hacer al ver que ya no la querían en el lugar que en algún momento le habían pedido su ayuda. En los versículos mostrados anteriormente, el Ángel de Jehová le habla directamente a Agar (vease versículos de Genesis 16:1-6) sin que que ella directamente lo busque. Que quiere decir esto, a veces ni siquiera estamos seguros de donde ver o buscar ayuda, pero Dios también se revela en ese momento. Es más, le da una palabra de afirmación de lo que en algún momento ella pudo haber considerado como parte de un problema, su hijo. Y es aquí cuando ella cae en cuenta, de lo que hizo Jehová para ella y que ella se puede comunicar con Él, pues Dios siempre está viendo nuestro dolor pero nos indica el propósito del porque estamos pasando esa situación.
Caso 3. David
Jehová es mi luz y mi salvación
Salmo de David.
27 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,
Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
3 Aunque un ejército acampe contra mí,
No temerá mi corazón;
Aunque contra mí se levante guerra,
Yo estaré confiado.
Nuestro maestro David fue muy claro en lo que el sentía en el Salmo 27. Aquí podemos ver la confianza que David tenía en Dios y como le fue revelado Dios a él. Es importante observar que el salmista dice que Jehová es:
Luz: lo describe como luz, puesto esto quiere decir que en momentos que él no podía ver más nada debido a sus conflictos y batallas, Dios le mostró el camino y la salida.
Salvación: le dice que es una salvación porque ha visto como sus enemigos han sido derrotados gracias a su conexión con Dios y han caído ante él.
Fortaleza de su vida: lo describe como su fuerza, puesto esto indica que cuando se sentía más débil su conexión con Dios su comunicación con Él fue lo que lo sostuvo aun cuando no tenía mas energía para seguir adelante.
Al reconocerlo con esos tres atributos, David reconoce que a pesar de que tenga conflictos, batallas, enemigos y tribulaciones, él no tendrá nada que temer, pues Dios se le ha revelado como su camino (luz), su Salvador, y su fortaleza.
Por lo tanto, estimados amigos, este es el momento de identificar y valorar como conocemos a Dios. Puesto Dios se manifestará en nuestra vida conforme su propósito y su conexión con nosotros. Solo recordemos, que antes de todo siempre debemos buscarlo a Él. Siendo que el día a día puede intentar distraernos, pero solo Dios es nuestra Roca, nuestra Fortaleza y nuestro Refugio. En su trono de gracia, encontraremos paz y si buscamos a Dios primero, todo lo demás será añadidura.
Si esto te bendijo y te edificó te invito a que compartas esta publicación. Y si aún no has aceptado a Jesús en tu corazón o deseas reconciliarte con Él hoy, te motivo a que lo hagas, y leas la siguiente oración en voz alta:
“Señor Jesús, te pido perdón por mis pecados, pues sé que mis pecados me separan de ti. Yo te reconozco, como mi único, suficiente y verdadero Salvador. Yo rompo, todo pacto, con el mundo, con la carne y con el enemigo. Te doy gracias, por el sacrificio en la cruz, sé que por tu Sangre yo soy limpio/a de todo pecado y hoy tengo un nuevo comienzo. Te pido que, a partir de hoy, tu palabra sea la lámpara a mis pies y que tu Espíritu Santo guíe mis decisiones en todo lo que haga. Amén.”
Y si hiciste esta oración hoy, usa el formulario de contacto, me encantaría saber de ti. Somos una familia en Cristo, estamos aquí para apoyarnos los unos a los otros. ¡Dios te guíe y te guarde!
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