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¿Me perdonas?

Resulta que hace un tiempo había comprado una planta llamada Suculenta y decidí dejar la planta en su maceta en una mesa, la cuidaba y regaba conforme requería y la vi crecer con un retoño, unas florecitas y unos frutos de la planta. ¡Estaba alegre, pues llevaba tiempo de no tener una plantita… pero vino un momento, mi prima reubicó la planta en otra mesa y mi perro un pastor alemán, decidió era “comestible” y la desbarató! Tristemente y enojada miraba a la planta y al perro, ¡pero mientras observaba a la planta vi que tenía un pequeño retoño que estaba intacto y que después del brutal ataque canino, después de todo esta planta sobrevivió! A veces cuando alguien nos ofende, tenemos una mezcla de emociones entre rabia, dolor, resentimiento, indignación y quizá otras cosas más y es por esto, que muchas veces no dejamos ir la ofensa, ni dejamos ir al ofendido y mucho menos dejamos ir nuestro dolor. Pero al contrario de la planta, los que más sufrimos somos nosotros, pues es una manera de bloquear nuestro ser espiritual de recibir bendiciones de parte de Dios. En sí, el retoño puede representar nuestros sentimientos, ya que podemos dejar que estos sigan creciendo y vuelvan a aflorar en una hermosa planta o podemos decidir, destruir el retoño por completo y descuidar lo que había allí.

 

Mateo 6:14 (RVC) “14 Si ustedes perdonan a los otros sus ofensas, también su Padre celestial los perdonará a ustedes.”

 

El perdonar a otros muchas veces nos es difícil, quizá aún más si sentimos hemos sido rechazados, defraudados, decepcionados o lastimados. Pero aquí es cuando nos ponemos a pensar, si realmente vale la pena guardar la ofensa, o por el otro lado, analizar cuál fue nuestra parte en la acción involucrada. Cuando Dios borra nuestras rebeliones, Él dice nunca más se acuerda de ellas, el libro del profeta Isaías, nos dice lo siguiente: Isaías 43:25 (RVC) 25» Yo, y nadie más, soy el que borra tus rebeliones, porque así soy yo, y no volveré a acordarme de tus pecados. ¿Ahora, si Dios no se acuerda de nuestras rebeliones, porque nosotros nos empecinamos en acordarnos e incluso constantemente mencionar la ofensa a la otra persona? O algo que inclusive puede hacernos más daño, ofendernos y hacernos los ofendidos más la otra persona realmente ni siquiera nos estaba ofendiendo… ¿Vale la pena destruir relaciones y amistades por guardar rencor y falta de perdón?

 

Proverbios 17:9 (PDT) 9 El perdón restaura la amistad, el rencor la termina. La versión en inglés dice: Proverbs 17:9 (NLT) 9 Love prospers when a fault is forgiven, but dwelling on it separates close friends.

 

Traduciendo la versión inglesa del versículo anterior, esta dice: “El amor prospera cuando una falta es perdonada, más fijarse (o morar) en ella separa a los amigos cercanos.” Por ende, si el amor no prospera… ya no estamos amando de la manera que Dios ama y si Dios es amor y quiere que nosotros amemos como Él ama y más si decimos que lo amamos a Él… 1 Juan 4:20 (PDT) 20 Si alguno dice que ama a Dios, pero odia a su hermano, es un mentiroso. Porque si no ama a su hermano, a quien puede ver, mucho menos va a amar a Dios, a quien no puede ver. Ahora, ¿Qué significa perdonar? Google define perdonar como: “Olvidar [una persona] la falta que ha cometido otra persona contra ella o contra otros y no guardarle rencor ni castigarla por ella, o no tener en cuenta una deuda o una obligación que otra tiene con ella.” Entonces, estimados, ahora, ¡perdonemos! Perdonemos a los otros sus ofensas hacia nosotros, pues lo único que hacemos al no perdonar es negar el amor de Dios. Arrepintámonos de guardar las ofensas en nuestro corazón y así podremos estar a cuentas con Dios.

Eclesiastés 12:14 (PDT) 14 Dios conoce todo lo que hace la gente, lo bueno y lo malo, hasta lo más secreto; y él será quien juzgue. Si Dios es quien juzga, ¿por qué queremos nosotros ser los jueces? Ahora perdonar no necesariamente quiere decir la relación se regresa al estado original, hay excepciones claro está, pero siempre, siempre, debemos perdonar y recordar lo que nos enseña el apóstol Pablo: 1 Corintios 13:5 (PDT) 5 El amor no es descortés ni egoísta. No se enoja fácilmente. El amor no lleva cuenta de las ofensas. Entonces, si queremos estar a cuenta con Dios, perdonemos o si nosotros fuimos los que ofendimos, ¡pidamos perdón! ¡Oremos los unos por los otros e impulsémonos a ser mejores cada día! No vaya a ser que, en estos tiempos, los tiempos de los últimos días, se nos encuentre que nuestra ropa se encuentra manchada y no seamos la iglesia sin mancha, pues hemos guardado cosas que debimos haber dejado ir hace mucho tiempo. Y recordemos, que tal como la planta, podemos tener un retoño y ese retoño, puede hacer que el amor prospere, tal y como Dios desea prosperemos. Y si aún no has aceptado a Jesús en tu corazón, te motivo a que lo hagas hoy, y leas la siguiente oración en voz alta: “Señor Jesús, te pido perdón por mis pecados, pues mis pecados me separan de ti. Yo te reconozco, como mi único, suficiente y verdadero Salvador. Yo rompo, todo pacto, con el mundo, con la carne y con el enemigo. Te doy gracias, por el sacrificio en la cruz. Yo sé que, si yo hoy muriese, en tus brazos estaré. Amén.” Bibliografía

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