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Uno a Uno

¿Has tenido momentos en los que deseas escaparte y darte un tiempo a solas? Puede ser quizá que tengas un problema laboral, un problema familiar, de salud, económico, o escolar. Podría ser una situación de la cual te gustaría hablar con un mentor o alguien de estima. O quizá has tenido algún momento en el cual has querido tener un tiempo uno a uno con alguien de confianza, solo para desahogarte o buscar algo de dirección en cuanto a lo que te ha acontecido. Estos son usualmente los momentos que debemos buscar a alguien que sea de nuestra confianza y que nos pueda guiar de la manera correcta. O, que simplemente nos pueda escuchar para que nosotros podamos proceder a actuar. Sin embargo, a veces cuando hemos elegido personas de “confianza” es posible que nos hayamos decepcionado, cuando nos dimos cuenta que esas personas no eran lo que nosotros pensábamos. No obstante, existe alguien que siempre está dispuesto a escucharnos y orientarnos. El día de hoy meditaremos en algunos versículos al respecto del tiempo uno a uno con Dios.


La paz de Dios y la resiliencia

 

Filipenses 4:6-7

Traducción en lenguaje actual

6 No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. 7 Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.

 

Muchos estudios afirman que en este tiempo, muchos se han sentido tristes, deprimidos, estresados, preocupados, tensionados y sin saber que hacer. Ahora bien, es usual que en estos momentos, queramos recurrir a alguien o algo para ayudarnos a sentir mejor. Pero esto no quiere decir que todo lo que hagamos nos convenga, ni a nosotros mismos ni a los demás. Usando el argumento del apóstol Pablo: “23Algunos de ustedes dicen: «Yo soy libre de hacer lo que quiera.» ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno quiere, conviene; ni todo fortalece la vida cristiana. 24 Por eso, tenemos que pensar en el bien de los demás, y no sólo en nosotros mismos (1 Corintios 10:23-24).” Por ejemplo, algunos en momentos de preocupación puede ser que recurramos a comer mas de lo que deberíamos y dañas nuestro cuerpo (y dejamos a alguien sin comer). Otros podremos comprar compulsivamente y afectar nuestra economía(o como vimos en artículos de noticias, dejar sin productos básicos a otros). Otros podrán pasar muchas horas en las redes sociales y no ser productivos y perder nuestro tiempo y no dedicárselo a nuestros seres queridos o a los proyectos queríamos realizar.Es aquí cuando el apóstol Pablo hace referencia en Filipenses 4:6-7 que no debemos preocuparnos por nada, porque nuestra mirada no debe estar en los problemas o en lo que no tenemos, sino en Dios. En estos momentos El se vuelve nuestro proveedor, confidente, amigo y protector. Al ser agradecidos con lo que tenemos, comenzamos a ver que no todos tienen las mismas oportunidades que nosotros tenemos, e incluso, podemos aprovechar el tiempo que tenemos para rememorar los buenos momentos que hemos vivido y lo que hemos aprendido a través de estas circunstancias. Además, el versículo 7, nos dice que como consecuencia de buscar a Dios y ser agradecidos, Jehová nos dará paz. Esa paz, que aun en medio de una tormenta, un problema, o una situación que parece incomprensible e inclusive imposible de resolver, El Señor nos traerá la paz, tranquilidad y serenidad que necesitamos para poder sobrellevar esa situación. Y si ligamos la paz de esperar en Dios, podremos como consecuencia, ser personas mas resilientes, lo cual protegerá nuestro corazón y nuestro proceder en circunstancias adversas.


La disciplina y el enfoque

 

Hebreos 4:15-16

Traducción en lenguaje actual

15 El diablo le puso a Jesús las mismas trampas que nos pone a nosotros para hacernos pecar, sólo que Jesús nunca pecó. Por eso, él puede entender que nos resulta difícil obedecer a Dios. 16 Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama.

 

Recientemente, leí un artículo de un ejecutivo1, que hablaba de la disciplina y como es más probable que cuando nos pongamos una meta en cumplir un objetivo al 100% nos ayuda a crear mas consistencia en lo que hacemos que si decidimos cumplirlo al 98%, ya que si dejamos abierta una pequeña ventana para hacer algo diferente, es más probable que pongamos excusas o alternativas o lo que realmente queremos hacer. Es decir, nuestro enfoque, se desvía. Esto me llamo la atención en cuanto a la determinación de nuestro progreso y las cosas que hacemos. Nuestra disciplina, al volverse una constante en nosotros, nos lleva a tener resultados productivos en el trabajo, en los estudios o en nuestros pasatiempos, más si lo aplicamos a Hebreos 4:15-16, podemos ver como la disciplina de Jesús hizo que El nunca pecara. Muchas veces nosotros, como seres humanos vulnerables que somos, con errores, fallas, y situaciones embarazosas, vamos a tener tentaciones. Pero es aquí cuando nuestro enfoque en Dios es lo único que nos ayudará a tomar las decisiones enfocadas en nuestro bienestar y en aquello que no nos perjudicará. Es decir, que cuando sintamos fallar en lo que le dijimos a Dios haríamos o en aquello que dijimos no haríamos, al venir a El y hablarle con sinceridad de lo que nos acontece, nuestro Señor nos ayudará a mantener nuestro enfoque y nuestra disciplina para cumplir lo que hemos prometido.


La técnica y la estrategia

 

1 Samuel 30:8, 18, 20

Reina-Valera 1960

8 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos.

18 Y libró David todo lo que los amalecitas habían tomado, y asimismo libertó David a sus dos mujeres.

20 Tomó también David todas las ovejas y el ganado mayor; y trayéndolo todo delante, decían: Este es el botín de David.

 

En el versículo anterior, podemos ver casi como en los juegos de niños, David pasaba persiguiendo a aquellos que le habían hecho algo o cuando necesitaba recuperar algo. Pero al contrario de los juegos infantiles, donde quizá cuentas hasta 30 y luego comienzas a buscar a aquellos que se habían escondido, la técnica y la estrategia de David era dirigida con un enfoque espiritual. En 1 Samuel 30:8, el estratega militar, David, se aseguró que antes de perseguir a ciegas a sus enemigos, él tuviera el respaldo de Dios para poder capturarlos y así poder lograr su objetivo de liberar a las personas que habían sido cautivadas. Muchas veces nosotros cometemos el error de querer actuar sin obtener el respaldo o la dirección de Dios. Podemos erróneamente creer que si simplemente actuamos conforme nuestra voluntad, podremos obtener la victoria, pero esto muchas veces nos lleva a pérdida de tiempo, dolor, sufrimiento, o pérdida de recursos, por así decirlo. Es por esto que es muy importante, que en nuestro tiempo con Dios, cuando queramos planear algo, realizar una estrategia, o tomar decisiones cruciales, podamos contar con la dirección de Dios. El profeta Samuel nos muestra como la palabra de Dios revelada a David, hace que él actué conforme esta palabra. Por consecuencia, al perseguir a sus enemigos, no solo recupera lo que perdió, sino que también obtiene una recompensa adicional. Es decir, que al tener el respaldo del Señor de los Ejércitos, al obedecer y actuar conforme su palabra, ve la palabra de Dios realizada en su vida.


Estimados amigos, no es tan importante la temporada de nuestra vida en la cual estemos o lo que este aconteciendo a nuestro alrededor, lo que si debe ser de suma importancia es que siempre podamos tener nuestro tiempo uno a uno con Dios. Cuando nosotros nos dedicamos a agradecerle a Dios sobre lo que tenemos, depositamos nuestra confianza en Dios, y consultamos al respecto de nuestro proceder, podemos recibir una orientación de nuestro mentor por excelencia, nuestro Creador, nuestro Señor, y el mejor estratega. El tiempo a solas con nuestro Señor, no solo nos ayuda a cumplir nuestros objetivos, sino que también contribuye a disciplinarnos en nuestras metas y obtener resultados. Que el día de hoy, podamos recordar que a pesar de las circunstancias adversas, siempre podemos confiar en Jehová y El nos llevará a tomar decisiones estratégicas con su respaldo y su protección.


Si esto te bendijo y te edificó te invito a que compartas esta publicación. Y si aún no has aceptado a Jesús en tu corazón o deseas reconciliarte con Él hoy, te motivo a que lo hagas, y leas la siguiente oración en voz alta:


“Señor Jesús, te pido perdón por mis pecados, pues sé que mis pecados me separan de ti. Yo te reconozco, como mi único, suficiente y verdadero Salvador. Yo rompo, todo pacto, con el mundo, con la carne y con el enemigo. Te doy gracias, por el sacrificio en la cruz, sé que por tu Sangre yo soy limpio/a de todo pecado y hoy tengo un nuevo comienzo. Te pido que, a partir de hoy, tu palabra sea la lámpara a mis pies y que tu Espíritu Santo guíe mis decisiones en todo lo que haga. Amén.”


Y si hiciste esta oración hoy, usa el formulario de contacto, me encantaría saber de ti. Somos una familia en Cristo, estamos aquí para apoyarnos los unos a los otros. ¡Dios te guíe y te guarde!



Nota: Citas bíblicas tomadas de www.biblegateway.com


1 Si te resulta interesante este dato, quizá gustas leer HBR’s 10 Must Reads “On Managing Yourself”

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